Ser propietario es posible con lo que Mabel Quintero, especialista en financiación de vivienda, llama ahorros ocultos, que básicamente son ingresos correspondientes a las cesantías y las primas que sirven para pagar la cuota inicial.
Quiero empezar con una frase que para algunos puede ser sorprendente: tener ahorros no es importante cuando se toma la decisión de tener casa propia. ¿Por qué? La clave está en la determinación y el empeño que le pongas a ese objetivo, y al paso a paso que ejecutes desde que nace la idea, hasta que logres materializar esa meta.
¿Cómo lograrlo? Dando algo que se llama cuota inicial, esto es el 20 % o el 30 % del valor comercial del inmueble que puedas comprar según tu capacidad de pago, y para conseguirlo, puedes hacerlo solo, o sumando el esfuerzo de familiares, tu pareja o un grupo de amigos.
En el medio en el que estoy, algunos constructores y algunos de los que manejamos temas financieros, asumimos que todos saben comprar vivienda desde cero y que tienen claro cuál es el paso a paso para empezar si no hay ahorros, pero nada más alejado de esto.
¿Dónde encuentro algo que, de una, no me exija esa cuota inicial de 20 % o 30 %, o el valor comercial del inmueble? En las constructoras, ahí está la respuesta.
Muchas personas sufren porque no saben que pueden pagar su casa a cuotas en el tiempo, que tienen la posibilidad de conseguir un proyecto que se ajuste a su presupuesto y, además, que pueden pagar el 30 % anteriormente mencionado, a cuotas y sin intereses.
Aquí un ejemplo real de cómo se hace:
La historia de Miguel y Margarita
Voy a compartirles la historia de una familia compuesta por don Miguel, su esposa Margarita y su hijo Sebastián que tiene cinco años.
Don Miguel gana mensualmente $2.500.000 y su esposa $2.600.000; a pesar de estar empelados creían que era imposible materializar su sueño de comprar una casa propia por no tener ahorros.
¿Cómo empezaron? Tenían que encontrar un proyecto sobre planos con un plazo considerable para tener el tiempo de pagar la cuota inicial; en la búsqueda que hicieron, entre muchos proyectos de vivienda, encontraron uno de $180.000.000 cuya cuota inicial era de $54.000.000 (el 30 % del valor del inmueble). Debían pagar dicha cuota en 36 meses. (recuerda que compraron sobre planos).
Ambos tenían algo que yo llamo ahorros ocultos, lo que otras personas identifican coloquialmente como ‘guardados’, que son las cesantías; eso más lo que en su momento fueron las primas futuras de tres años, les sirvieron para pagar la cuota inicial en el tiempo presupuestado. Lograron sumar $30.600.000 entre las cesantías de los dos y las primas futuras; les faltaban $23.400.000 para completar los $54.000.000 de la cuota inicial.
Recuerda que Miguel y Margarita tenían un plazo de 36 meses, lo que significa que en el caso del inmueble que querían comprar debían sacar de sus ingresos cada mes, como familia, una cuota de $650.000. Cumplidos los tres años ya habían pagado la cuota inicial y en ese momento el paso a seguir fue solicitar el crédito, correspondiente al 70 % del valor comercial del inmueble: $126.000.000. Así, esta familia pudo irse a vivir a su casa propia y lograr el objetivo de comprar vivienda ‘sin ahorros’.
Esto es un ejemplo de que no necesitas tener el dinero disponible ya, o la plata, como dicen, ‘contante y sonante’ para la cuota inicial. En realidad, ellos para tomar la decisión solo necesitaron pensar a futuro, comprar sobre planos, y utilizar sus ahorros ocultos para para cumplir su meta. Ten en cuenta que el primer inmueble que compres puede que no sea el de tus sueños, pero debes empezar para algún día llegar a la casa de tus anhelos.
- Por: Mabel Quintero – Especialista en Financiación de Vivienda.