Los indicadores lideres del mercado de vivienda en Boyacá terminaron el año en números negativos, con niveles similares a los de una década atrás.

Según Coordenada Urbana, sistema de información de CAMACOL, en 2023 se comercializaron 1.530 viviendas en el corredor Tunja, Paipa, Duitama y Sogamoso, lo que representa una caída del -49,1% con respecto a 2022.

Por segmento de mercado, la mayor contracción se observó en la vivienda de Interés Social (VIS), la cual reportó la comercialización de 1.056 unidades, 1.113 menos que un año atrás, lo que se traduce en una caída del -51,3%. Sin embargo, este segmento sigue explicando el 70% del mercado departamental.

Con respecto a la dinámica de la vivienda del segmento No VIS, se observa una caída del -43,4% anual, En este caso, en 2023 se vendieron 474 unidades habitacionales, 364 menos que en 2022.

Los lanzamientos también exhibieron un comportamiento a la baja en línea con las ventas, en todo 2023 apenas salieron al mercado 1.396 viviendas nuevas, esto implica una contracción del -43,6%, por segmentos la caída fue del -72,8% para la vivienda No VIS que es más sensible a los choques macroeconómicos y -31,9% para la vivienda VIS.

Esto repercutió directamente en la oferta de vivienda del departamento, como resultado, mientras que antes de pandemia el stock inmobiliario de Boyacá rondó las 3.000 unidades, para diciembre de 2023 apenas llego a las 1.935 unidades, 66 menos que el mismo mes de 2022, lo que representa un ajuste del -3,3%. 7 de cada 10 unidades en el mercado corresponden a viviendas de interés social, en este segmento la oferta creció en 15,8% anual, lo que se explica por la reducción del ritmo de ventas descrito anteriormente. Por el lado de la oferta del segmento No VIS, esta se contrajo en -30,1%. El año cerro con 1.353 unidades VIS y 582 unidades No VIS disponibles.

El único indicador que terminó con balance positivo fueron las iniciaciones, en 2023 se empezaron a construir 208.823 metros cuadrados en 2.593 unidades habitacionales, 963 unidades más que en 2022, lo que representa un crecimiento del 59,1%, este buen comportamiento se explica por el repunte que tuvieron las iniciaciones en el primer semestre del año debido a que iniciaron construcción varios proyectos que habían postergado el arranque en 2022.

El detallar la dinámica del mercado de vivienda por ciudades tenemos que los cuatro mercados que monitorea Camacol (Tunja, Paipa, Duitama y Sogamoso) reportaron contracciones en las ventas, No obstante, la caída más fuerte se presentó en Paipa, donde se dejaron de vender 338 unidades, lo que representó una variación anual del -70.6%.

Si bien los lanzamientos en agregado departamental reflejan una caída, se destaca que Duitama y Sogamoso presentaron crecimientos del 16,6% y 25,5% respectivamente, pero estos no compensaron las caídas observadas en Tunja y Paipa.

Tabla 1: Balance total mercado de vivienda – unidades de vivienda (Comportamiento anual)

Con respecto a las iniciaciones el balance positivo al final del año se debe especialmente al buen comportamiento de las ciudades de Paipa y Duitama, estas aportaron el 52,8% de las unidades que empezaron construcción en 2023, con crecimientos del 240% y 370% respectivamente. En la capital del departamento las iniciaciones también crecieron al orden del 34,5% mientras que Sogamoso fue la única ciudad con balance negativo, en esta, el indicador muestra una caída del -64,6%.

En línea con los lanzamientos, la oferta de las ciudades de Duitama y Sogamoso mostraron crecimientos del 46% y 65,5% respectivamente. En particular, esto se explica por el buen comportamiento del segmento VIS en el que la oferta de estas dos ciudades creció en 192 unidades para Duitama y 210 para Sogamoso.

“No cabe duda de que el año 2023 quedará marcado en el recuerdo por las dificultades que ha enfrenado el sector, pero esperamos también que el año 2024 pase a la historia como el año de la recuperación. Para esto se necesita de la convergencia de factores positivos como la reducción de la inflación, la corrección de las tasas de interés, la disminución de los costos de construcción, una mayor estabilidad en los mercados y una mayor eficiencia en la asignación y desembolso de los subsidios de vivienda” así lo expresó Ana Elvia Ochoa, gerente de Camacol Boyacá y Casanare.

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